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Oscar Castro, 1953-2015:
El ajedrez, el septimo sello y la vida

Por: PhD Eduardo Bermúdez Barrera, Maestro Nacional de la Federación Colombiana de Ajedrez,  de su libro "Ajedrez Magistral Colombiano", con sello editorial de la Universidad del Atlántico, 2018 (versión actualizada).

Pintura Fernando Avis sobre el maestro Oscar Castro

Dibujo del pintor Fernando Avís Vendas, 2018

Oscar Castro fue el ajedrecista colombiano que más disfrutó del reconocimiento y admiración de sus colegas en particular y de los aficionados en general, todo ello merced a sus reconocidas cualidades deportivas y a una seductora personalidad cultivada en distintos ámbitos de las letras y las artes. Quienes escuchamos su hondamente sentido obituario dedicado al maestro Nicolás Goenaga, fallecido mientras se desarrollaba el Campeonato Mundial sub20, lo recordamos haciendo alusión especial a la magnífica película: El Séptimo Sello de Ingmar Bergman, cuya temática involucra de modo magistral y protagónico al Ajedrez. Por momentos parecía que quien nos hablaba no era el propio Oscar sino el mismísimo Antonius Bloch, el protagonista del clásico film, quien luego de regresar de Las Cruzadas Medievales, se topa en una nórdica playa, gélida y desierta, con un curioso jugador de característica vestimenta negra, con el cual decide apostar lo siguiente: si  gana en la partida, este le revelará los misterios de la vida, si la pierde, ineluctablemente habrá de seguir el mismo destino del resto de los habitantes del pueblo afectados por una inveterada peste… Oscar recibió fuertes aplausos y cálidos elogios por su espontáneo y brillante discurso, con lo cual quedó demostrado una vez más, que la comunidad ajedrecística le apreciaba no solo por sus indudables éxitos deportivos, sino también por su refinada sensibilidad filosófica.

Maestro Oscar Castro joven

Oscar Castro, juvenil en 1970

La primera imagen que tengo de Oscar data de diciembre del año 1972, mientras los vientos alisios visitaban el Caribe colombiano y se celebraba en el “Centro de ajedrez Barranquilla”, el vigesimosegundo campeonato nacional del noble juego. Allí, me topé por vez primera con los reconcentrados rostros de Luis A. Sánchez, Boris de Greiff, Carlos Cuartas, José A. Gutiérrez, Humberto Vallejo, Raúl Henao, Antonio Agudelo, Francisco Muñoz, Juan Minaya y Oscar Castro, quienes junto a otros 14 maestros nacionales se disputaron entonces, el máximo título del país para el juego de los escaques. Al final Muñoz, Minaya y Castro finalizaron empatados, un mes después, en el desempate a doble vuelta jugado en Cali, Castro obtendría el primero de sus cinco títulos de Campeón de Colombia. Pero el juvenil Oscar de 1972, ya había representado a su país en la arena internacional, pues participó en los campeonatos mundiales sub20 realizados en Estocolmo, Suecia, 1969 y en Atenas, Grecia, 1971 y, posteriormente, en el Torneo mundial universitario por equipos de Graz, Austria en 1972. En mundial juvenil de 1969 venció al húngaro Andras Adorjan y al checoeslovaco Neckar, perdiendo con Anatoly Karpov a quien, con un atrevimiento digno de Bronstein o Spassky, le planteó el gambito de rey. Esta inicial experiencia europea lo relacionó con jugadores que serían de la élite mundial: Karpov, Anderson, Vaganian, Ribli, Adorjan y lo marcaría por siempre con el delirio tantálico de volver a jugar en el viejo continente.

Javier Alzate vs Oscar Castro, 1974

Periodo europeo

Castro estuvo radicado en España hacia el segundo decenio de los años setenta, donde ganó muchos torneos abiertos. Desde la península ibérica pudo desplazarse con mayor facilidad para jugar en otros países del viejo continente como: Francia, Italia, Suiza, Alemania, Hungría, Austria, Holanda, etc. La revista Jaque fundada en 1972, se constituye hoy día en invaluable testimonio de ello. Leamos apartes de algunas crónicas sobre el maestro colombiano: “Oscar Castro de Colombia…, logró algunas actuaciones memorables al infringir a Petrosian su única derrota y vencer limpiamente al también soviético Geller. Este muchacho de 23 años tiene unas grandes cualidades ajedrecísticas…y posiblemente dará mucho que hablar en el futuro”, escribió José María González, director de la Revista Jaque, refiriéndose al Interzonal de Biel, 1976. Luego, en el número de noviembre de 1976, también en la revista Jaque, el MI Román Torán, haciendo el resumen del torneo de Costa Brava donde Castro logró norma de GM, anotó lo siguiente: “La gran revelación del torneo fue el joven maestro colombiano Oscar Castro, asiduo visitante de nuestro país que en esta ocasión ha logrado la puntuación necesaria para su primera norma al título de Gran Maestro… se está convirtiendo en un “matagigantes” si tenemos en cuenta que en Costa Brava ha batido el ganador del certamen (Larsen)”. Para el segundo semestre de 1976, Oscar Castro derrotó a los números 3, 6 y 9 del mundo. El equivalente de lo hecho por Castro, sería hoy día, que un joven MI colombiano de 2500, derrotara a Kramnik, Grischuk y Aronian.

Oscar Castro en una revista de ajedrez

En la portada de una revista Española a finales de los 70s

En el periodo español, queremos destacar, en lo referente al Maestro Internacional de Ajedrez Oscar Castro lo siguiente:   https://www.olimpbase.org/1977es/1977olot.html. en este link se muestra que en 1977 ayudó al Club de Olot a quedar medalla de bronce por equipos en el Campeonato de España por equipos y ganó la medalla de oro individual en el tablero 2. En 1978, ya como tablero 1, volvió a ganar medalla de oro individual y contribuyó decisivamente a la medalla de bronce por equipos y en 1980 OLOT ganó la medalla de plata por equipos y Castro ganó también plata individual. https://www.olimpbase.org/1980es/1980olot.html. Desde un punto de vista estadístico estos resultados sobre sobre 16 partidas nos dan una performance de +2700 con lo cual se confirma el maestro colombiano demostró fuerza de GM en el período de 1976 a 1980.

Para el año de 1987 coincidimos en el Club de ajedrez Los Maestros de Bogotá y le invité a dar unas simultáneas en Barranquilla. Aceptó gustoso pues, según me dijo, quería volver a ver el mar, he hizo gala de una excelente memoria recordando algunas estrofas del poeta León de Greiff en su “Balada del Mar no visto ritmada en versos diversos”. Luego volvió en el año de 1989 para colaborar con la preparación de Marcio Melgosa para el Mundial juvenil sub20 y entonces cupido lo flechó y habitó entre nosotros con las intermitencias propias de su oficio trashumante hasta 1993

Barranquilla, Borges y la Biblioteca de Ajedrez

Barranquilla fue una ciudad que dejó en la vida de Oscar Castro huellas indelebles para su carrera deportiva y para su vida misma. Fue con las brisas decembrinas de 1972, cuando Castro ocupó por vez primera el lugar cimero en el citado nacional de ajedrez.  Fue residente en la ciudad por temporadas largas desde finales del decenio de los 80s hasta comienzos de los 90s., donde colaboró con el desarrollo del excampeón nacional sub20 Marcio Melgosa. En Barranquilla Cupido lo flechó una vez más y contrajo nupcias con Vivian Salcedo quien fue pieza clave en la reorganización de sus destinos deportivos, lo cual lo llevó a ganar de nuevo el Campeonato nacional de ajedrez en tres ocasiones en los años 90s. Cuando Oscar volvió a ganar el campeonato nacional de 1992, después de veinte años, Boris de Greiff me llamó desde Bogotá comentando que, luego de un periodo de excesos bohemios, el maestro estaba recuperando la senda de los éxitos y ello se debía, en gran parte, a su renovada vida en Barranquilla: espejuelos nuevos, cédula nueva, pasaporte nuevo y al amor de su nueva e inspiradora musa caribeña.

Vivian Salcedo y Oscar Castro en Barranquilla

En alguna de sus iniciales estancias Barranquilleras, lo llevé algún día a conocer la biblioteca de quien fuera en la segunda mitad del siglo XX, el más grande coleccionista de libros de ajedrez en Colombia: Luis E. Márquez Lascano. Allí, Castro, al verse rodeado de centenares y centenares de libros de ajedrez recordó el sueño de Borges: “siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca”. Cuando volveremos a ese paraíso borgiano me dijo alguna mañana y, por supuesto, regresamos varias veces con la venia de la viuda de Márquez Lascano y su hijo Julio. De aquellas visitas, Castro se encontró con muchos libros que había querido leer y que por diversas razones no lo había hecho. Ahora encontraba una maravillosa ocasión para ponerse al día. Dentro de las decenas de libros que interesaron a Castro hubo uno muy especial, que captó su atención fue: “The pawn power in chess” de Han Kmoch y luego de estudiarlo atentamente, escribió un excelente artículo para le revista “Ajedrez Universal”.

Oscar Castro vs Rafa Cayón en Copa HR Rivero de Barranquilla, años 90´s

Buenos Aires y las piezas de Capablanca y Alekhine

De su participación en el Torneo Continental, Buenos Aires, 2005, quedó un extraordinario testimonio gráfico, registrado por la cámara fotográfica del MI Johan Echeverría. Resulta que la ronda 5 se celebró en el Club argentino de ajedrez, como un homenaje por su centenario. Nos recibía a la entrada un directivo del club y preguntaba por nuestra nacionalidad y más precisamente por la ciudad de donde éramos originarios, al escuchar, Medellín, Barranquilla, el directivo aficionado a la literatura, mencionó que conocía la historia del Grupo Barranquilla, de García Márquez, Cepeda Samudio, etc., a lo cual le comenté algunos detalles que él ignoraba pero le agradó saber y en agradecimiento, hizo algo que no le estaba  permitido hacer con frecuencia y era sacar de la vitrina de exhibición, las piezas con la cuales se había jugado el histórico match Capablanca y Alekhine,1927, para que Barros, Echeverría y quien esto escribe  nos tomáramos algunas fotos y, al momento, como olfateándose algo grande, Oscar Humberto se nos unió y embelesado tocaba y acariciaba las ancianas piezas visiblemente emocionado e incrédulo, era como un niño al que le permiten tocar un juguete con el cual siempre soñó y no había podido tenerlo entre sus manos.

Continental 2005 de ajedrez, Colombianos

Buenos Aires, Continental 2005, Bermúdez, Castro, Saladen y Mosquera en pleno análisis de algunas partidas del evento.

LA PARTIDA DE SU VIDA

Se suele usar de manera eufemística la palabra partida como sinónimo de muerte, pero aquí nos referiremos al significado propio de la palabra en ajedrez. La partida de su vida para Oscar fue, sin duda, la mundialmente conocida victoria que obtuvo contra el excampeón mundial Tigran Vartnanovich Petrosian en el Interzonal de Biel de 1976. Es sabido, por la familia del ajedrez, que el connotado excampeón mundial solicitó varias veces tablas al colombiano pero que este, fiel a su amor incondicional por la diosa Caissa y sin reparar en los pergaminos del importante jugador, se negó rotundamente a dejar trunca su obra y procedió a culminar su concentrada labor de artista de los escaques rematando al portentoso ajedrecista con una combinación que hoy ya es clásica en el ajedrez del siglo XX. Recibió luego de parte de Korchnoi y por vía del GM Sosonko un regalo que, sin lugar a equivocarnos, era lo que menos intentaba recibir Castro por tan maravilloso logro: 100 dólares, maniobra dudosa de Korchnoi, porque a Oscar lo que menos le interesaba era el dinero. Para la posteridad quedará esta memorable partida en la cual el maestro colombiano planteó una variante que acostumbraba a jugar el legendario campeón del imperio austrohúngaro, Rudolf Spielmann, de quien el maestro colombiano había aprendido las sutilezas del Arte del Sacrificio y el gusto por la originalidad.

Posición final de la partida Castro vs Petrosian, 1976

Usamos la frase: “maniobra dudosa”, muy frecuente en los labios de Oscar, porque Don Dinero no era su personaje favorito. El MF Rafael Saladen ilustró esto de hermosa manera en un excelente artículo sobre las andanzas españolas de Quijote Castro y Sancho Saladen. Recuerdo alguna vez en Barranquilla que un rico comerciante aficionado al ajedrez, me dijo que sabía que Oscar estaba en la ciudad y quería compartir con él. En efecto, le dije a Castro y aceptó reunirse con Don Dinero, quien además monopolizó la conversación sobre sus negocios y virtudes financieras hasta aburrir al campeón. En un momento oportuno Oscar interpeló al rico comerciante y le dijo, apoyándose en Quevedo, la frase que interrumpió abruptamente aquella verborrea megalomaníaca: “Sr. Don Dinero, Ud. Tiene mucha plata, pero yo soy muchísimo más rico que usted, pues no necesito ni un solo puto peso para hacer lo que quiero y así ser inmensamente feliz”.

Oscar Castro y Miguel Najdorf

Castro coincide con Najdorf para analizar una partida

Jugando en Dosquebradas, Risaralda, año 2011

Jugando en San Antero, Córdoba, año 2015

Además de la partida contra Petrosian podríamos destacar: Olafsson-Castro, Olimpiada, Niza, 1974, en un esquema que él y su maestro Carlos Cuartas habían estudiado a fondo. Geller-Castro, Interzonal de 1976, por su sorprendente combinación. Contra Robatsch en Roma,1980, premio de brillantez en un sistema de juego que Castro comprendía con profundidad de Gran Maestro. Sus tablas contra Reshevsky en Esbjerg, 1979, muestran más creatividad que algunas de sus victorias. Otra magnífica partida, de nivel de GM, es contra Igor Ivanov, Filadelfia, 1990.

Fotos cortesia de: Revista Semana, portal "ajedrezlaluchacontinua", Grupo de facebook "Historia del ajedrez Colombiano", de Eduardo Bermúdez Barrera, y del perfil de Facebook de Oscar Castro.

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