El maestro y el escritor de Ajedrez

 

Juan Minaya Molano, es un maestro de ajedrez bogotano nacido en Medellín en noviembre de 1941. El joven Minaya aprendió el ajedrez de la mano de su padre, Feliciano Minaya, un actor y cantante de teatro radicado en Colombia en el año 1933, cuando varios integrantes de la compañía de ópera Bracale se residenciaron en nuestro país. Para el campeonato nacional de 1959, se consideraba a Minaya, Carlos Cuartas y Salvador Rodríguez como las principales promesas del ajedrez colombiano. Por ello no es de extrañar que se convirtiera en el primer ajedrecista colombiano en participar en un Campeonato Mundial Sub.  Fue allí, en La Haya, Holanda, 1961, donde derrotó a los representantes de países con mucha mayor tradición ajedrecística que Colombia como el argentino, Jorge Rubinetti, a Lawrence Gilden de los Estados Unidos y de Alemania Oriental, Uwe Kuettner, además de lograr honrosas tablas, en un final de torres, con clara ventaja para el colombiano, contra el Campeón Mundial Juvenil 1961, Bruno Parma, posterior Gran Maestro de renombre internacional. El lector puede analizar la posición crítica del final Parma-Minaya, en la jugada 35 de las blancas.

 

El campeonato nacional de ajedrez de 1963, ganado por el joven maestro Juan Manuel Minaya, significó la ruptura de la hegemonía que por un cuarto de siglo habían mantenido Luis Augusto Sánchez y Miguel Cuéllar Gacharná del juego ciencia en Colombia. Desde 1938 hasta 1963, estos dos jugadores se habían alternado la cima del ajedrez colombiano y nunca habían dejado de ocupar, al menos uno de los dos, el primer lugar en los campeonatos nacionales. Ahora se abría camino una nueva generación con Carlos Cuartas, José Salvador Rodríguez, Javier Alzate y José Antonio Gutiérrez quienes, salvo la excepción del campeonato nacional de 1971 ganado por Cuéllar, impedirían a los veteranos maestros citados volver a ocupar el pináculo del ajedrez patrio.

 

En varias de las partidas de Minaya en los años 60s, vemos a un joven maestro formado en la Escuela Hipermoderna. Ya en sus partidas del Campeonato mundial juvenil de 1961, lo encontramos haciendo gala de enorme confianza en los ataques de Dama y Alfil combinados por las grandes diagonales. Los frutos maduros se ven en sus partidas contra el campeón de Bélgica Frans Cornelis, contra el maestro escocés Pritchett o versus el veterano finlandés Matti Rantanen en la Olimpiada de La Habana 1966, donde su juego dejó tan grata impresión que el gobierno cubano de entonces, ávido de promover el ajedrez y observando la madurez del juego del colombiano, le ofreció una plaza de entrenador. Esa grata impresión fue corroborada por el Maestro Internacional F.J. Pérez a quien esto escribe, cuando indagó especialmente Minaya y De Greiff, en una amena conversación a tres voces, donde también participó el médico y árbitro cubano Manuel Vega, en el marco del Torneo Abierto ISLA 1996.

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