CARLOS CUARTAS, 1940-2011:
El mago de los Escaques
Por: PhD Eduardo Bermúdez Barrera, Maestro Nacional de la Federación Colombiana de Ajedrez, de su libro "Ajedrez Magistral Colombiano", con sello editorial de la Universidad del Atlántico, 2018
El quinto maestro internacional de Colombia Carlos Cuartas, es un clásico del ajedrez nacional. Múltiple campeón de nuestro país 1965, 1967, 1968, 1970,1975, 1976 y 1983, (siete veces) y participante en las olimpiadas de ajedrez de 1964 hasta 1994, convirtiéndose en el primer colombiano en acumular diez participaciones olímpicas, completando 50 victorias en la olimpiada de Moscú, 1994. Al maestro Cuartas se le debe considerar como el líder de una nueva generación que, junto a Juan Minaya, José Salvador Rodríguez y José A. Gutiérrez iniciaron en el ajedrez nacional, hacia los años sesenta, la definitiva ruptura de la hegemonía que mantuvieran Luis Augusto Sánchez y Miguel Cuéllar Gacharná durante los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, hasta mediados de los años sesenta. Su triunfo en un match contra Cuéllar en 1968 por 8 y medio puntos contra 6 y medio y su brillantísima victoria, con una mágica jugada, contra el mismo Cuéllar en el Campeonato Nacional de 1969, son prueba fehaciente del éxito de la aludida ruptura generacional
Carlos Cuartas enfrenta a Miguel Cuellar en los años 60
Al maestro Cuartas se le conoció por muchos años como “El Mago”, mote sin duda ganado por su reconocida habilidad para efectuar jugadas extraordinarias y ocultas para el aficionado común y corriente, sacadas como de un mágico sombrero escaqueado. Muchas de sus partidas nos hacen recordar lo que escribió Fred Reinfeld en su libro El Lado Humano del Ajedrez: “El ajedrez se convierte en arte cuando un jugador alcanza el punto en el cual le es posible preconcebir una posición ganadora y tiene la habilidad suficiente para concretarla. A tal jugador se le llama Maestro. Los grandes maestros, como los grandes compositores musicales, los grandes artistas de la plástica, los grandes matemáticos, los grandes místicos, tienen la facultad de sumergirse por sí mismos en procesos creativos con un objetivo y una concentración que está más allá de la mayoría de nosotros…” y Carlos Cuartas perteneció a esta pléyade de reconocidos Maestros.
Una muestra de sus partidas justifica de por sí la inclusión del Maestro Carlos Cuartas en esta élite de expertos quienes, con sus “actos creativos…han producido una literatura de piezas magistrales que son una de las glorias de la mente humana”. Ejemplos de ello son partidas como, la que le ganó al GM holandés Paul Van der Sterren en Inglaterra en 1979, donde jugando un ajedrez netamente clásico, sin las tendencias por el juego bizarro que caracterizaron varios períodos de su carrera, nos lega una joya que nos proporciona un placer estético único, en una partida siciliana en la cual, con las piezas blancas, conduce el ataque Keres con depurada solvencia magistral. ¡Tenemos también, el mágico remate 43…, ¥e1 jaque! contra el GM dominicano Ramón Mateo en la Olimpiada de 1984, o, el didáctico final contra el ex campeón mundial juvenil y GM argentino Pablo Zarnicki en el Continental de Cali, 2001. O su brillante ataque indio de rey, en el más puro estilo fischeriano, contra el GM cubano Jesús Nogueiras en el Torneo Santa Fe de Bogotá, 1979.
Carlos Cuartas (izquierda) a finales de los 70,s en compañía de Jorge Gonzalez, Boris De Greiff y Humberto Martinez
No olvidemos tampoco su histórica victoria contra el GM Beliavsky en el mismo Torneo Santa Fe de Bogotá, 1979.
Cuartas tuvo un destacado periplo europeo durante el segundo lustro del decenio de los años setenta del pasado siglo. Vivió en Suiza un tiempo siendo entrenador y jugador para un prestigioso club suizo, el mismo club al cual perteneció Víctor Korchnoi durante algún tiempo. Jugó torneos en Alemania, Austria, Inglaterra, España, Francia, Italia, Eslovenia, etc. Precisamente en el último de los países mencionados, fue protagonista de excepción. En el Torneo internacional realizado en la provincia de Ribnica, derrotó en la última ronda el héroe local y principal favorito del torneo el MI Mestrovic, lo cual proporcionó al maestro colombiano un quíntuple empate en el primer lugar. En Inglaterra, según nos contó él mismo en una conversada noche de infinitos vinos, también tuvo ocasión de jugar y vencer a otro héroe local, esta vez fue en 1980 y las cámaras de la televisión británica habían ido a filmar la probable victoria de un joven prodigio quien fuera campeón mundial sub16 y respondía por el nombre Ian Duncan Wells. La partida incluye una de las mágicas jugadas de Cuartas y su huella quedó indeleble en los mejores recuerdos ajedrecísticos del maestro paisa quien nos la narró, como uno de sus logros más gratos. Infortunadamente, el joven inglés pereció ahogado, pocos meses después, en las playas de Copacabana.
Enfrentando a GM Jesus Nogueiras de Cuba a finales de los 70s
Entre otras de sus partidas para destacar están: con blancas y jugando peón dama, la victoria contra el MI cubano Eleazar Jiménez, en el Torneo Panamericano de La Habana, 1966, única derrota de Jiménez quien se coronó Campeón del torneo, aquí, el por entonces joven maestro colombiano, muestra gran dominio de las sutilezas para atacar la defensa india de rey. Más adelante lo tenemos, con piezas blancas abriendo con peón rey, en su victoria en la Olimpiada de Skopje contra el Campeón de Holanda 1972, MI C. Zuidema, conduciendo con maestría una variante de la apertura escocesa que culmina en un final ganador. Con peón de rey también derrotó en una bonita partida al MI argentino Jaime Emma, en Buenos Aires 1973.
Si la partida con Van Seters de la Olimpiada de Niza 1974, la hubiera realizado Bobby Fischer, hoy día se conociera por todo el mundo entero y estaría en las selecciones de las mejores partidas del siglo XX. Los finales de partida contra el GM dominicano Mateo en la olimpiada 1984 y contra el GM Zarnicki en el Torneo Continental 2001, son testimonio de su mágica destreza para encontrar sutiles jugadas. Cuartas jugó al ajedrez y probó infinidad de variantes, muchas veces dudosas, pero con la idea de explorar las infinitas posibilidades del juego con propósitos creativos.
Una de sus primeras participaciones en campeonatos nacionales fue en Barranquilla, 1959, donde, según consta en un número especial de la revista JAQUEMATE de Ciénaga, jugaba ya su favorita defensa francesa, la cual habría aprendido analizando quizá las mejores partidas de Botvinnik. Luego, ya como campeón nacional, volvería a Barranquilla para dar simultáneas en 1966 en el Parque Surí Salcedo y retornaría en 1972 para el Campeonato Nacional que finalmente otorgara el primer título a su entrañable discípulo y colega de aventuras el MI Oscar Castro. Allí lo recordamos con sus gruesos lentes de monturas de carey y pobladas barbas de profeta bíblico, moviendo hábilmente las piezas con sus temblorosas manos y analizando las posiciones críticas luego de cada partida, en algún pequeño tablero magnético de bolsillo, jugadas que pudieron ser y no fueron. Varios lustros después, degustaba deliciosos cocteles de Ron Blanco con agua de coco en el Carnaval de Barranquilla, luego del Campeonato Nacional Juvenil, 1989 al cual asistió como entrenador.
Nos ha quedado de su parte, el legado de sus originales partidas y su vocación por transmitir conocimientos esparciendo su experticia por todo el país, sembrando semillas ajedrecísticas en los diversos y distintos confines de la nación, lamentablemente, sin la retribución apropiada que su labor merecía, movido más por un amor incondicional a la diosa Caissa pues no ha habido una política de planificación deportiva estatal para el desarrollo de nuestros jóvenes jugadores.
Fotos: Cortesía del grupo de Facebook "Historia del ajedrez Colombiano"